EL VAPOR – 18 de Julio de 1838
Partes recibidos en la Secretaria de Estado y del Despacho de La Guerra.
El capitán general de Castilla la Vieja con fecha 8 de julio desde Burgos remite a este ministerio el parte siguiente;
“Excmo. Sr. El coronel D. Saturnino Albuin desde Molinos de Duero con fecha 5 del actual me dice lo siguiente: Excmo. Sr.: Emprendiendo mi marcha esta madrugada desde el Quintanar de la Sierra, me dirigí a los espesisimos pinares, pasando por Regumiel, Duruelo y Covaleda > y al avistar el pueblo de Salduero divisamos la caballería de Basílio y Cuevillas, que inmediatamente se puso en precipitada fuga, girando unos por la iquierda a los montes de Barracosa y Portillo de la Campana y otros por esta villa hacia la dehesa de Valleluenga: dividida en el momento la caballería de esta columna por las dos direcciones que tomaron los rebeldes, fueron atacados con la bizarría y arrojo que tanto distinguen a las tropas de S.M. la Reina nuestra Señora, y sin embargo de la mucha ventaja que nos llevaban se les estrechó en tal disposición que dispersos enteramente se arrojaban por los riscos y breñas, prefiriendo precipitarse en los terribles derrumbaderos de esta sierra a caer en nuestro poder, de este modo han podido salvar sus cobardes vidas estos miserables, dejando esparcidas varias armas y efectos, algunos caballos perniquebrados que se han quedado en los hondos precipicios, un muerto y un prisionero de la facción de Basílio, que será fusilado en cuanto reciba los auxilios espirituales. Por nuestra parte no ha habido desgracia alguna que merezca elevarse al superior conocimiento de V.E. Merino con sus deplorables restos se ha separado de esta villa contramarchando hacia el Quintanar y guaridas acostumbradas y Basílio y Cuevillas siguen hacia Soria, y yo sin mas que el preciso é indispensable descanso para la tropa y caballos acelero su persecución, pudiendo asegurar a V.E. que el no alcanzarlos consistirá en que los he arrojado a bastante distancia de esta provincia. Dios etc. ~
EL ECO DEL COMERCIO – Domingo 19 de agosto de 1838
SORIA 11 de agosto.- El rebelde Balmaseda ha dado con fecha 6 un bando atroz desde Covaleda cuyo punto llama su cuartel general. Por las acciones más indiferentes, é inevitables muchas veces, impone aquel cabecilla pena de 400 palos y aun la capital. En su consecuencia nuestro comandante general don Saturnino Albuin ha hecho publicar en el Boletin dé la provincia para que llegue a conocimiento de todos, la circular siguiente:
«El gefe rebelde don Juan Manuel Balmaseda, ha hecho circular y publicar en varios pueblos de esta provincia un bando injusto y Sanguinario, por las disposiciones que contiene. En él se prodiga la pena de Muerte a los honrados habitantes de los pueblos que den parte a mi autoridad de sus movimientos, al país que hace un comercio vergonzoso de su honor y reputación acreditados.
Este cabecilla, sobradamente desconfiado, se ha cubierto de infamia y vituperio, por el abuso y libertinage de sus mismos principios, y se ve cada día mas desesperado, y predispuesto a cometer las tropelías y horrores de costumbre. Los pueblos adictos a la justa causa de nuestra inocente reina deben, pues, vivir alerta contra un monstruo semejante.
No, no calificaría la sociedad como fruto de su maliciosa barbarie las desgracias que sobrevienen a las familias, si fuese humano, y dirigiese sus hordas con disciplina, regularidad y buen orden, presidiendo la juiciosa y previsora calma a sus resoluciones, lloraria sí la sociedad los males de la presente guerra, como indispensables y necesarios para conseguir la posesión pacifica de sus venerados derechos, y el disfrute de la seguridad interior que necesita, para que los pueblos progresen bajo el benéfico influjo de las leyes.
Debo hablar a los pueblos todos de esta dócil provincia, el lenguaje de la verdad y de la convicción; debo excusarles todo peligro, advertirles todo error ó grave falta que les comprometa, porque mi misión es trabajar con tesón y fervoroso anhelo en su beneficio, protegerles con el apoyo de mi autoridad, y dirigirles a la voz con mi consejo, para que no se dejen alucinar ni sucumban jamás a las exigentes prevenciones que les impone aquel rebelde en su citada circular.
¿Ni qué ventajas reportarían los pueblos de una servil y ciega obediencia a sus mandatos? las de ser espectadores fríos de desgracias infinitas, mirarían secas las fuentes dé su prosperidad y subsistencia, el quebrantamiento horrible del derecho de gentes, y el desprecio de las leyes, de la humanidad y de la naturaleza, porque vieran la desolación de las familias, los clamores de la orfandad, de la viudez y de la ancianidad desvalidas, y una sombra desfigurada de la sociedad.
Los pueblos de esta provincia, ni pueden contemplar sin estremecerse un estado semejante, ni su honradez y filantropía pueden desear a toda costa la dominación de este rebelde. Yo les escribo, pues, a que me denuncien con exactitud sus miras, planes y movimientos; y como autoridad superior militar, encargada de pacificar los pueblos que se me han encomendado, les impongo esta obligación como necesaría para reglar mi conducta ulterior, a fin de no dejarles aislados sin la protección conveniente, y prohibo den cumplimiento a ninguno dé los diez artículos que comprende su circular, bajo las responsabilidades y penas impuestas en reales ordenes y bandos vigentes.
Con retención del mando militar da esta provincia, voy sin detención a ponerme al frente de las decididas y entusiastas tropas de la Sierra, para operar decididamente contra la canalla; y marcho con la lisongera esperanza de que en breve será exterminada ó tendrá que abandonar sus naturales guaridas con oprobio para verla gemir algún día entre las angustias y parasísmos de una muerte indigna de los héroes. Yo le perseguiré sin cesar, acecharé sus pasos para obligarle al combate, y sabré penetrar donde quiera que se oculte, por que mi dicha se cifra en ser útil a mi patria, y aspirar a la gloria de que se diga por los hombres de bien, al recordarme, «Álbuin por su actividad es digno de la gratitud pública, porque salvó a los pueblos de una furia semejante.»
A los señores comandantes de armas de esta provincia, jefes y oficiales de los cuerpos, a las valientes tropas de mi mando, les cabrá no pequeña gloría en la empresa que proyecto, si como lo es pero, me prestan su mas eficaz cooperación. Cada uno en el círculo de sus deberes, puede acreditar de nuevo su decisión, secundándome los primeros partes con puntualidad y exactitud, y obedeciendo ciegamente las ordenas que les comunique, y hacienda que reine en aquellas (como lo espero de su civismo y sensatez) la disciplina y buen orden que tanto se recomienda para el éxito feliz de las grandes empresas.
Habitantes de esta provincia: Los que degenerando de la estimable calidad de buenos patricios, cometen una acción perjudicial al estado y a la causa pública, son claves y reos de traición; toda falta grave sabré castigarla con la severidad de las leyes sin contemplación.
Vosotros que conocéis mi carácter, excusadme un compromiso que puede seros fatal. Yo os recomiendo los deberes sociales por última vez, ¡y ay de los que despreciando estos, y la sinceridad de mi corazón, ultrajen a la sociedad con su criminal conducta en un asunto de tanta trascendencia para la provincia, haciéndose sordos a la voz de su comandante general! Soria 13 de agosto de 1838.- Saturnino Albuin.
IDEM 15 de agosto.- La facción Balmaseda permanece en los pueblos de Ontoria y S. Leonardo, molestando con sus exacciones a todos los inmediatos. El 14 del corriente recibió oficio el alcalde de S. Esteban de Gormaz, firmado por Luis Barrio, comisionado que se titula para la recolección de granos, pidiéndole 18 fanegas de trigo é igual número de cebada que deben poner en S. Leonardo para el 16, imponiéndole pena de la vida si no lo hace, si da parte, ó si llegase a ser interceptado el oficio, y viniera a poder de nuestras tropas.
Regularmente saldrá mañana mismo de esta capital el señor brigadier Albuin a tomar el mando de las fuerzas que operan en la sierra; su celo y actividad, el conocimiento que tiene del país, sus relaciones y el prestigio que en él tiene, me hacen esperar resultados satisfactorios.
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