ABC 15/01/1975

ABC 15/01/1975

LA “SUERTE” QUE DE LOS PINOS

Por José Luis PECKER

En las provincias de Burgos, Logroño y Soria se encuentra la mayor reserva española de pinos. Viejas tradiciones contrastan con la realidad actual de aquellos pueblos. Este es el tema del reportaje que publicamos a continuación.

España suma 50 millones de hectáreas. Zona forestal: 30 millones de hectáreas. No hay siquiera 10 millones poblados como es debido. Se han repoblado tres millones desde 1940.

¿Qué riqueza representa? En teoría, la masa de arbolado crece cinco metros cúbicos por hectárea y año. Sin gasto alguno, a 2000 pesetas el metro cúbico, un bosque que no se destruye vale anualmente 10.000 pesetas más por hectárea.

Es necesario proteger esta riqueza. El aumento de consumo de papel, de maderas y de productos derivados nos ha obligado a importar (en los nueve primeros meses del año) por valor de 35.000 millones de pesetas (el 19 por 100 del déficit de las importaciones).

Estamos repoblando actualmente a un ritmo de 90.000 hectáreas al año. Pero para proceder a la corta es preciso esperar; eucalipto, diez años; chopo, quince años; pino gallego, treinta y cinco años; pino de Soria, noventa años.

Las industrias que sufren más en la espera: pasta celulósica (industria del papel), tableros de madera aglomerada, carpintería en toda su gama.

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SORIA LA INCONTAMINADA

Entre Burgos, Logroño y Soria pueden sumar 100.000 hectáreas de pinos. Es el “golpe verde” más importante de la península y el de mejor calidad, junto con el de Valsain.

Los montes de Ciudad y Tierra comprenden la mancomunidad de Soria y 149 pueblos. El producto de las talas es hoy especialmente rentable para todos esos Ayuntamientos (el de Soria se lleva la mitad y el resto se lo dividen los 148 pueblos restantes y una villa: Vinuesa). Antaño fue rentable también para los Reyes Católicos, que se ayudaron en la Reconquista con el rescoldo de tanta riqueza contenida en la sierra de Urbión o Alto Duero.

LA FIESTA DE VINUESA

El lugar más rico en pinos y en calidad de madera celebra “La Pinochada” como hace doscientos años. La Virgen del Pino se había aparecido en la mojonera de Covaleda. Las disputas de devoción y metros cúbicos eran constantes. Cierto día, Covaleda se quedó con los pinos para siempre mientras Vinuesa se llevaba la Virgen. Covaleda se hizo millonaria con 50.000 metros cúbicos de madera y Vinuesa desgrana Avemarías ante una talla: la centésima parte de un metro cúbico.

Cada año treinta o cuarenta muchachas y muchachos conmemoran la célebre batalla por la imagen combatiendo con «pinochos» de un metro en el solar glorioso de la villa.

LOS PINOS DE PRIVILEGIO

Mi amigo Pablo Andrés se sienta al volante de mi coche y me descubre esa belleza apretada de los pinos.

Pablo corta madera. Acude a las subastas y adivina la ganancia calculando los metros cúbicos de madera que cubica cada árbol. Le conoce todo el mundo. Como en su mesa (rodeado de madereros y conductores), en Villar del Río (junto a Yanguas). Saludamos gente en calles y tabernas. Unos y otros me van diciendo:

-Los primeros privilegios los concede Alfonso X el Sabio a los vecinos de Duruelo, que ya entendían el negocio de la madera.

-¡Qué va! Los que se dieron cuenta de lo importantes que iban a ser los pinares fueron los Reyes Católicos. Temían que los hombres de esta región decidieran emigrar a América y favorecieron a los que se quedaban en esta tierra vigilando y cuidando los montes comunales.

-Pues yo tengo oído que «el privilegio» (tal como lo recibimos ahora) autorizándonos a cortar y vender unos pinos viene de Carlos III. Antes de él pudo ser un acto simbólico, pero este rey lo hizo productivo.

Tras la discusión hay que buscar otros caminos de calma.

-¿En qué consiste ese «privilegio»?

-Todos los años se concede una corta al pueblo que aprovecha en beneficio de sus habitantes.

-¿Cómo los reparten?

-Depende: bien se hace un reparto de lotes (suelen venderse todos al mismo precio), o bien, si se ponen de acuerdo, lo venden todo de una vez.

-¿Quién elige los pinos?

-Los marca Icona en pie. Pinos «pinguos» se llaman.

-Y lo que sacan ¿es para ustedes?

-Dejamos el quince por ciento para mejora de montes: limpiezas, cortafuegos,

jornales para atención de las emisoras, etc.

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LA SUERTE

A ese privilegio, en el lugar, lo denominan así. Y aun lo dividen. Hay pueblos donde corresponde la «suerte entera»; otros reciben sólo «media suerte».

-¿Qué pueblos españoles la gozan?

-En Soria: Vinuesa, Covaleda, Duruelo de la Sierra, Navaleno, Molinos de Duero, Abejar, Cabrejas, San Leonardo de Yagüe, Vadillo y Talveila. En Burgos: Quintanar de la Sierra, Regumiel, Canicosa de la Sierra, Vilbiestre, Neila, Palacios de la Sierra, Hontoria del Pinar…

-¿Condición indispensable?

-No se puede dar una norma general. Por supuesto que es necesario residir en el pueblo (aunque se puedan justificar alejamientos por enfermedad, estudios, etcétera). En Covaleda, Duruelo, Navaleno y Regumiel, las solteras y solteros con veinticinco años cumplidos comienzan a percibir «media suerte»… Si se casa una muchacha del pueblo con muchacho del pueblo, «lote entero»… Si se casa con un forastero, «media suerte»… Al que enviuda suele quedarle, de herencia.

-¿A qué cantidad asciende «la suerte»?

-Varía cada temporada según la madera asignada. Pero este año en Navaleno y Covaleda la «suerte entera» rondaría las cien mil pesetas; en Quintanar y Vinuesa, cincuenta mil; en Salduero y Molinos, cuarenta mil; en Canicosa, sesenta mil…

-No habrá chicas solteras con tales regalías.

-Si las cortejan, sí. Aunque no es oro todo lo que reluce.

 LA MALA SUERTE

-No me lo explico.

-Nosotros tampoco, porque deberíamos ser las gentes más felices de la tierra y la verdad es que no vemos solución para nuestros problemas. La prueba la tiene en que Vinuesa se ha quedado con 357 vecinos de los 1.200 que eran. En Salduero, hace tres años, había 110 vecinos; hoy sólo 70. En Molinos, 60. En Covaleda (el pueblo más importante) andarán por los 500.

-¿La gente se va?

-En la provincia de Soria hay ya 60 pueblos deshabitados y los nuestros comienzan a derrumbarse.

-¿Motivos de ese disgusto?

-La ganadería ha sido erradicada. Teníamos vacuno y lanar…, pero el monte nos ha traicionado. La eterna historia de que «la oveja y la cabra se comen la guía de los pinos y de que las vacas pisotean las plantas pequeñas» nos ha obligado a sacrificar las reses, cuando sabemos que existen nuevas técnicas para creación de pastizales aprovechando un mínimo de la superficie acotada; cuando sabemos que es posible la convivencia de las dos riquezas; cuando el pastoreo no se elimina de golpe y porrazo, sino que se estudia y se adapta para que aprovechen en su alimentación las hierbas que de otro modo en el verano pueden convertirse en yesca con amenaza de incendio forestal.

Por cierto, las declaraciones de zona turística, ¿les favorece?

-Sí, durante el verano la población se triplica. Gracias al clima, no por las comodidades que les ofrecemos, los turistas no tienen un sitio donde reunirse; los niños no disponen de uno sólo de esos parques infantiles (abastecidos de juegos de los que hay varios en las ciudades mayores…

-Está bien. ¿Otro capítulo de queja?

-La falta de industria adecuada. Cuando leemos la posibilidad de pluriempleo que existe en las grandes ciudades nos entra aquí también un deseo de «empleomanía» imposible. En Salduero, por ejemplo, hay dos serrerías donde trabajan veinte hombres y nada más. En los demás pueblos ocurre algo parecido. ¿Se da cuenta de lo que sucedería si pudiéramos contar con industria suficiente para transformar la madera hasta el final? Efectivamente, «la suerte» nos proporciona 50, 80 ó 100.000 pesetas al año, pero luego te pasas varios meses «mirando». En el invierno no tenemos nada que hacer…

-¡Vaya panorama!

-No le, extrañe que la gente se vaya. Aquí se siente uno acoquinado, perdido, sin ánimo… De un lado, el desempleo, y de otro, el más absoluto aburrimiento. Antes distraíamos nuestras penas cazando, pero el “Contamos contigo” no se ha inventado para estos pueblos. Al declarar reserva nacional toda la zona, Icona ha frenado la casa… Mientras otros pueblos «alquilan» su coto local, nosotros “pagamos” por cazar en nuestras tierras.

Pero a los ribereños y naturales de la reserva les hacen un descuento…

-Sí, el 25 por 100. ¡Eso no es nada! Aquí cazábamos muchos jabalíes. Hoy pagaremos por pieza 2.000 pesetas. Antes salíamos en cuadrillas de 10 ó 12: las han reducido a nueve cazadores; cada uno ha de pagar 150 pesetas más 750 por jabalí cobrado. Y en tanto nos lamentamos de lo cara que nos resulta a nosotros la caza, vemos cómo llega un caballero de cualquier capital distante y se lleva su venado.

-No soy cazador, pero estimo que Icona está sujetando la caza con todas estas dificultades y precios que impone.

-¡Sí, vamos, que usted es de los que aplauden la subida del petróleo con tal de que duren más los pozos!

-No, señor. Pero reconozca que si se deja a cada español cortar el árbol más grueso y matar todo lo que pasa ante sus ojos, esta doble riqueza se acaba en tres años…

-En eso sí estamos de acuerdo. Icona lleva una administración perfecta: ensayan todas las maneras de cortar para ver cómo puede rendir más el monte. Nuestros mayores afirman «que están equivocados», pero es que ellos cortaban siempre lo bueno.

-¿Cómo se puede cortar el monte?

-A matarrasa, es decir, talando todo lo que hay en la zona designada. A hiladas: dejando

fajas de pinos y franjas vacías. A entresaca: quitando los árboles más grandes para que dejen vivir a los más jóvenes… Icona vigila los pinos padres para facilitar la fecundación por el aire: al abrirse la piña, la samara -como un velero- ensancha su membrana en los brazos del viento.

-Reconocen ustedes que Icona lucha en beneficio del monte…

-Por supuesto. Y de un modo inteligente; si observa, los pinos vera, que de muchos de ellos penden una especie de cajitas amarillas. Son nidos para las aves insectívoras. La lucha biológica contra las plagas: la esterilización por radiaciones ionizantes no es suficiente. Tenga en cuenta que uno de estos pájaros devora hasta diez orugas por día; son capaces de comer diariamente hasta dos veces su volumen. Las culebras y las ranas también destruyen insectos a un ritmo insospechado.

-La preocupación por los mínimos detalles es evidente.

-Y por los detalles mayores. Aparte el Servicio de Bomberos de que dispone cada pueblo de la sierra existe uno general que depende de Icona presto a cualquier llamada. Ya hemos dicho que admiramos su manera de proceder cuando administra: lo hace con orden, con sentido común, con dignidad. Pero sus prohibiciones son tajantes, duras, desusadas…

-Administrar es eso: conceder y limitar, proteger y prohibir, regalar y multar. Aquel que da solamente y no cobra -con objeto de sostener el gasto- le llaman pródigo… Sin embargo, ustedes tienen una «suerte» que nadie disfruta en España: los pinos de privilegio.

—Quizá seamos un pueblo demasiado orgulloso. Pero ya ve: la industria es pobre; el desempleo, largo, y la diversión -la caza-, costosa.

Decididamente «no llueve a gusto de todos». Mejor dicho: este año «no llueve para nadie».

José Luis PECKER

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