ARTICULO «EL SOL» 1929

En el periódico, de tirada nacional, «EL SOL» se publicó el siguiente artículo:

CAMINO DEL MERENDERO 24-10-1930

El Sol – 1/9/1929, página 5

PINARES SORIANOS: PICOS DE URBÍON

El viajero  que  recorriendo la ruta que  separa  Soria  de los  pinares, una inmensa cinta esteparia cubierta a veces de una raquítica floración, pinos enanos, alguna pradera teñida de un verde plomizo, camino árido y pedregoso, encuentra al enfrentarse de improvisto con la magnífica sábana pinariega la sensación de hallarse en otras tierras de vida más próspera, fuera del paisaje monótono y adusto de la provincia Soriana.

Molinos de Duero ofrece ya a la vista del viajero el panorama magnífico de una vegetación exuberante, en armonía con el horizonte grisáceo, cerrado a formas de color y de luz. Y siguiendo la línea de una carretera zigzagueante por entre apretado y abrupto pinar, bordeando precipicios surgentes de improvisto en el conjunto de su fronda, a los pies del Urbión, en una altiplanicie irregular, como resguardándose de la acometida invernal de los altos picachos de la sierra, Covaleda presenta solemne el orgullo de su belleza. Un cuadro emanador de luz, y que por ser suave y austera recoge tonalidades de incomparable armonía en el cuadro de su bosque frondoso.

Quizá de todos los pueblos del contorno pinariego, el que con más leguas de terreno cuenta; frondosidad en algunas partes impenetrable; pinos gigantes y corpulentos yerguen la esbeltez de su linea, en acecho siempre del incendio falaz o del hachazo demoledor del hombre cobijado al amparo de su savia inagotable, que es vida y bienestar de estas gentes curtidas por el saludable aire serrano, de trato afable y sencillo a veces, con la dureza de esta tierra, que es salvajismo por la belleza adusta de sus bosques.

Covaleda, clima ideal de altura, estación veraniega deliciosa, pueblo de trescientos vecinos en via de urbanización, alumbrado eléctrico, comunicación diario con la capital, aguas inmejorables, moderna construcción en sus edificios, puntos de excursión de una belleza decorativa y pintoresca; Picos de Urbión y en éstos la popular Laguna Negra, el Pico Zorraquín, lagunas Larga, Helada y de Urbión; Ambas Cuerdas, una muralla de cuerdas que, debido a su altura y a la forma caprichosa que ellas adoptan, presentan numerosas grietas, imponentes por la grandiosidad de su longitud; simas profundas cortadas verticalmente, surgiendo de improviso a la curiosidad del turista, y por encima de todo el paisaje, tendido, dominado a los pies del Urbión ante los 2.246 metros de altura sobre el nivel del mar con que éste cuenta. Paisaje que abarca muchas leguas de terreno, parte de las provincias de Logroño y Burgos, pueblos innumerables, y en días claros en que la bardera no existe, esa neblina pegada en el horizonte que envuelve las cumbres de borrosos cendales, la inmensa cordillera de los Pirineos se insinúa allá, perdida entre montañas y en el azul escarlata del cielo…

Excursión magnífica, perdidos en el silencio rumoroso y acogedor de sus alturas, donde las águilas anidan y tienden su vuelo majestuoso por las quebradas rocas de la sierra.

Existen también lugares para el excursionista que, si no tan interesantes como el Urbión, por lo menos encierran el incentivo de la curiosidad. La cueva del Melitón, guarida de un bandido que ha mucho anduvo por estos pinares; el pozo de San Millán y otros muchos sitios en los que el pinar extiende siempre el tapiz de su belleza como fondo.

Covaleda 1920

Pero no es el paisaje, claro está, el punto esencial, la base para el progreso de este pueblo soriano. El clima saludable y sano, elixir de vida para naturalezas truncadas en plena juventud, ese aroma de resina y brezo que llega prestamente a internarse en los pulmones, purificando todo cuanto a nuestro rededor existe. Aire serrano que curte el rostro con las asperezas de sus raíces, hálito bienhechor que es salud y alegría, y esto… Covaleda, como otros pueblos limítrofes, no sabe aprovecharlo. El desconocimiento, su ignorancia sobre los hospedajes de familias que han intentado venir los meses de verano, la carestía enorme de precios que piden por alquiler de habitaciones, es la causa de que este pueblo pinariego no cuente con una numerosa colonia veraniega, ya que las condiciones que reúnen estos pueblos de las estribaciones del Urbión son inmejorables en todos los órdenes. Se sabe de algunos vecinos que han pedido un precio exorbitante por alquiler de habitación, un precio que en cualquier playa de moda y en el hotel más lujoso no llega a tanto. Y es lástima que estas gentes, influidas acaso por el deseo del lucro en demasía destruyan todo cuanto puede significar progreso y vida para la zona de pinares, uno de los pocos valores positivos en materia de riqueza con que cuenta esta provincia, ahora en vías de resurgimiento y de evolución, despertando de su apatía forzosa en que tantos años ha permanecido, bajo la influencia de elementos nulos y extraños a su vida interna, Pero son tantos y tan complejos los temas que la magnífica zona de pinares inspira y presenta a la observación del turista, que dejamos por hoy a la consideración de estas gentes su equívoco imperdonable prosiguiendo después nuestra labor impuesta por un deseo vehementísimo de que las tierras del Urbión constituyan por si la base de su engrandecimiento y progreso, ya que cuenta con medios adecuados para llegar al fin indicado.

Ricardo GARCÍA VINUESA

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